Para recolectar plantas medicinales
hay que saber primero que parte de las mismas tienen uso medico,
informacion que suele encontrarse en la mayoria de las reseñas de este
diccionario. No deben recogerse cuando llueve, hay niebla o el tiempo es
humedo. Lo mejor es hacerlo a primeras horas de la mañana, aunque los
ejemplares deben estar ya secos del rocio matutino. Es importante
recoger plantas que esten bien limpias ya que si las lavamos pierden
parte de su valor (excepto la raices). No hay que recolectarlas junto a
carreteras transitadas, zonas industriales y areas de cultivo tratados
con plaguicidas. Las hojas deben recogerse cuando son jovenes pero ya
estan totalmente desarrolladas; las flores, cuando ya estan abiertas,
pero frescas. Las partes aereas de la planta se recolectan al comienzo
de la epoca de floracion. Los frutos, cuando estan totalmente maduros..
Las raices se desentierran cuando son vigorosas y se han desarrollado
por completo, al igual que los rizomas. La corteza hay que
desprenderla de las ramas jovenes; en primavera se suelta facilmente.
Al secar plantas medicinales hay que
evitar que los propios fermentos vegetales transformen o destruyan los
principios activos de las mismas. Ademas, el proceso priva a los hongos
y a las bacterias del sustrato de cultivo. El secado ha de considerarse
como una conservacion y ha de llevarse a cabo rapida y cuidadosamente
despues de la cosecha. Conviene utilizar siempre un lugar que se
encuentre a la sombra, que este bien ventilado. A pleno sol las plantas
medicinales pierden con gran facilidad los importantes aceites
esenciales contenidos en las flores, en las hojas y en los frutos
(semillas). Lo mejor es depositar el material sobre un cedazo o una
secadora (un dispositivo especial para estos fines), en capas delgadas,
y dejarlo desecar al aire. Los ejemplares enteros pueden colgarse atados
en ramilletes. Las plantas medicinales tambien se pueden secar con calor
artificial siempre que se observe una temperatura correcta. Todas las
plantas o partes de las mismas que huelan, contienen aceite esencial y
deben secarse solamente a una temperatura de 35 grados
centigrados, mientras que todas las restantes soportan
temperaturas de secado de hasta 600
grados centigrados. Es importante mantener una buena circulacion
del aire para evitar de este modo que se produzca una
fermentacion. Las raices y los rizomas, siempre que no se trate de
raicillas filamentosas, deben partirse por la mitad, y los bulbos han de
cortarse a rodajas. Una vez que el material recogido esta bien
seco hay que guardarlo en recipientes hermeticamente cerrados y
mantenerlo protegido contra la humedad. |